martes, mayo 22, 2007

UN DIA EN LA OFICINA

A veces es curioso ver como la vida corre a tu alrededor sin que tú tengas la obligación de participar en la carrera de obstáculos que otros muchos intentan ganar.

Son las 11:53, estoy en la oficina y puedo decir que el silencio casi total existe, tan sólo se escucha el hilo musical de la recepción por el que suena el último disco de Maná... esto que podría ser en otros muchos lugares algo normal, se percibe aquí como algo realmente extraño.

Aún sabiendo que esta tranquilidad no durará mucho, me sirve de respiro para ver como todos los demás siguen una carrera frenética, que yo una vez corrí e incluso fui capaz de otear la meta... pero que ahora percibo como absurda y lejos de ninguno de mis propósitos.

Una amiga me dijo, esto es lo que hay, no esperes a nada, es sólo esto y no es poco. Y tenía razón, a veces ser excesivamente ambiciosa hace que el vaso rebose y termine vaciándose y otras el excesivo pasotismo hace que pierdas las oportunidades que quizá jamás vuelvas a tener. De una manera o de otra, creo que en el punto medio está el equilibrio, en sentirse bien haciendo lo que haces, en disfrutar con cada momento y en saber que si pierdes el miedo a equivocarte tendrás resueltos gran parte de tus comecocos...

Y es que si algo te quita el sueño, lo mejor es que te levantes e intentes solucionarlo, y si no tienes la manera de hacerlo, elige tu canción favorita y date cuenta de que el miedo a equivocarte sólo está en tu cabeza, no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuánta razón tienes...

tenemos que aprovechar lo que tengamos, y si mejora, genial; si no... pues sé feliz.

Te echo de menooos

Anónimo dijo...

¡A por todas! Lalala
Un beso.