Los barrotes eran sueños por cumplir, las paredes mentiras que parecían crecer a medida que pasaban los días, el suelo se hacía tan frío que a veces me helaba la sangre y sólo la luz que entraba por aquel ventanal se transformaba en beso y caricia, pero sólo al amanecer.
Nuestra relación, era una condena que se tornaba perpetua, la espera me declaraba culpable y sólo la valentía daría paso a mi libertad. Él era mi cárcel y yo una estúpida presa que durante años prefirió mantenerse encerrada.
Nuestra relación, era una condena que se tornaba perpetua, la espera me declaraba culpable y sólo la valentía daría paso a mi libertad. Él era mi cárcel y yo una estúpida presa que durante años prefirió mantenerse encerrada.
3 comentarios:
Tiene huevos que siendo el relato tan bueno... lo mejor de todo sea el titulo :)
Un beso
Se me pone la piel de gallina.
Un beso.
por fin encontré tu blog. No sé qué puse un día (palabrasSecretas) y a partir de ahí empecé a desvariar con wordpress y otro tipo de direcciones de blogs... por fin
:) es estupendo, de veras
me gusta lo que dice ana, lo mejor, el título después de haber leído el relato
un beso así de grande nena*
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