lunes, noviembre 20, 2006

EL FINIQUITO

El famoso y ansiado finiquito, que en realidad es una compensación económica por las obligaciones que la empresa contrajo contigo al firmar el contrato laboral, y que el trabajador obtiene cuando se va de la empresa por voluntad propia. Es decir que cuando dejas un trabajo, bien sea porque estás hasta el moño, porque has encontrado otra cosa mejor, porque te has visto obligado a ello por los motivos que fueran o fuesen… pasan varios días desde que dejas tu trabajo y vuelves a él para recibir este pago tan esperado, que tú previamente ya has medio calculado y que sueles esperar como agua de mayo.

Vamos así más o menos esperaba yo esta mañana mi finiquito, pero cual ha sido mi sorpresa cuando mi finiquito ha sido mi última nómina, y para ser mas exactos los dos únicos días que trabajé el último mes antes de dejar mi trabajo, (con causa justificada con nombre de compañeras hijas de puta y posterior disculpa del jefe de personal), es decir que de finiquito nada porque mi gran contrato, el cual ya había firmado como indefinida, (gran logro pensaba yo), tiene incluidas partes proporcionales de pagas extras, descansos establecidos y vacaciones, por lo que mi finiquito se llama “patada en el culo y si te he visto no me acuerdo, pero gracias por tus servicios prestados a esta nuestra empresa”.

Y sí, ya debería haberlo sabido porque cuando firmé el contrato leerlo lo leí, pero es esto de no querer ir al sindicato y de tener una estúpida esperanza, (también por ser el primer contrato más serio), pues ilusa de mí me permitió creer que el finiquito me iba a salvar un par de cumpleaños este mes e incluso parte de los regalos de reyes.

CONCLUSIÓN: “Todo mi gozo en un pozo” o como dicen mis compañeras, en su gran teoría sobre que todos los refranes pueden acabarse con la siguiente frase sin variar su significado: “Todo mi gozo… y patada en los cojones”.

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