miércoles, diciembre 06, 2006

EL PASADO Y TODOS ESOS SENTIMIENTOS


Qué fácil resulta todo cuando está planificado, y es que la monotonía es aburrida pero segura y evita esos altos y bajos emocionales que hacen que te plantees la vida de maneras muy diferentes… Estas turbulencias emocionales y vitales se suceden continuamente, pero de manera muy significativa cuando el pasado sin previo aviso y presunción de inocencia se presenta en nuestro presente, bien tocando al timbre, invitándote a una boda o si te descuidas para preguntarte si quieres ser la madrina de su primogénito…

Cuando alguna de esas cosas sucede, el presente tarda algún tiempo en volver a su ritmo, porque por imposible que parezca e incluso absurdo, el pasado se instala en el presente y se entremezclan tantas emociones y sentimientos, de antes y de ahora, que es prácticamente imposible saber qué estamos sintiendo.
"The dream of the distant" (El sueño de la lejania)
A mí el pasado me llegó hace aproximadamente dos mesesen forma de mensaje de móvil, corto y preciso:

“Q tal todo.el 15d septiembre m kaso estas invitada.ya hablamos”

Tal cual, sin ningún tipo de preparación ni entrenamiento, y por supuesto sin la menor contemplación de signos de puntuación u ortografía, aunque dado el mensaje eso es lo de menos. Así llegó mi pasado, tras cuatro años de silencio y algún encuentro esporádico y fulminante entre ellos, y con el recuerdo de una última conversación en la que se dijo eso que se dice a veces sin sentir, y otras sintiendo y sin querer sentir… “siempre te querré y siempre serás especial para mí”…

Después de llegar a mi presente, a cada mañana cuando suena el despertador y a cada noche leyendo mi libro de mesilla, digamos que trastocó de alguna manera mi día a día, mi presente monótono a pesar de aún interesante… Me dejé envolver en la nostalgia de los días ya pasados y exclusivamente de los buenos momentos, de los instantes infinitos que ya más de una vez secuestraba en noches insomnes y mañanas derrotistas.

Tardé un par de semanas en responder, pensé que no importaría demasiado mi contestación y por otra parte y sinceramente, mi estado de shock no me permitía elegir tantas de las posibles respuestas que pasaban por mi cabeza. Llamada o mensaje. Y fue mensaje, calmado y tranquilo escrito con el tembleque de mis dedos torpes y confusos, dirigiéndome al futuro matrimonio, deseando la felicidad que no deseaba y prediciendo una cita entre cuatro, de la que aún ni siquiera pensé cómo salir del paso. Y así, en una noche cualquiera y con aire indiferente, despaché a mi pasado hasta nueva orden, y la nueva orden teniendo en cuenta el espacio de tiempo que suele cubrir sus visitas, se ha presentado demasiado pronto… esta misma noche.





No hay comentarios: